Inventado hace más de 112 años el ácido acetilsalicílico mejor conocido como aspirina, es un medicamento que comúnmente es utilizado como analgésico para aliviar malestares relacionados a dolores leves y para tratar la gripe. Científicos han descubierto nuevas aplicaciones de este compuesto que puede tratar problemas relacionados al corazón y prevención del cáncer.
Estudios realizados por la organización británica Cáncer Reach UK, han demostrado que el consumir cierta dosis de aspirina pasados los cuarenta años, puede reducir el riesgo de padecer cáncer de pecho, intestino y próstata, otras propiedades del fármaco, en especial en aquellas relacionadas con padecimientos en los pulmones, pues el ingerir el ácido acetilsalicílico reduce sus posibilidades de crecimiento.
Sin embargo, se debe tener cuidado con la ingesta de este medicamento ya que puede traer consigo efectos secundarios, el médico es el único indicado para recetar.
El corazón es otro de los beneficiados por este analgésico. Personas con problemas cardiacos suelen ser recetados con ciertas dosis de aspirina, pues sus componentes ayudan a mejorar la circulación de la sangre, debido a que actúa como anticoagulante y evita bloqueos en venas y arterias.
Nota publicada en El Universal, revela que después de realizar estudios en Estados Unidos dados a conocer por la revista New England Journal of Medicine, se llegó a la conclusión que este medicamento puede prevenir derrames cerebrales. Actualmente la aspirina es recetada para tratar artritis reumatoide, fiebre reumática y artrosis.